Una nueva etapa en Latinoamérica
Rebelión
No es el descubrimiento de un nuevo sistema político-social-económico con exclusividad para aquellos que viven la mágica y vigorosa etapa de la juventud; la que genera en nosotros un hálito de irreverencia producto de los sueños e imaginarios que nos llevan a la construcción, en este caso, de una nueva sociedad; es de cualquier forma, el incentivo al modelo socialista de los modos de producción y del control del colectivo popular en contraposición a las “mieles” del capitalismo de acumulación de capital.
Por estos días en Latinoamérica, en donde el avance de las fuerza progresistas encarnadas en partidos políticos y organizaciones sociales toma el control en algunos países, es de suma importancia la inclusión y participación del sector juvenil en el nuevo debate que se abre en torno al socialismo planteado como alternativa para la búsqueda del bienestar general de nuestros pueblos. La inclusión y participación de los jóvenes en esta avanzada política responde, no solo a la necesidad de la mera renovación de cuadros revolucionarios debido al cambio generacional impuesto por el inexorable tiempo, sino a la siembra de la conciencia política que facilite la comprensión de la realidad implícita que conlleva la lucha por un sistema político que garantice la igualdad de clases para todos y cada uno de los latinoamericanos; que inserte un nuevo estadio político-social en favor de aquellos que a través de los siglos han sido excluidos de la protección de nuestros estados nacionales; donde la humanización del pueblo sea una realidad y no forme parte de utópicos sueños; donde el derecho a la vida por medio de la educación, la salud, la alimentación, y la atención médica gratuita, sea condición sine cuanon en el bienestar social de los pueblos.
No obstante, para inducir al amplio sector juvenil latinoamericano a la participación activa en los destinos de sus estados, es esencial brindarle las herramientas de cognición ideológica que dé paso a la discusión y la conciencia política que contrarreste la alienación de los medios de comunicación al servicio del capitalismo y a sus diferentes actores políticos; sin embargo, hay experiencias interesantes en esta materia en nuestros países, como los casos de Bolivia, Venezuela, Argentina, Ecuador y Brasil. Aunado a la carga ideológica siempre presente en los avatares políticos, es al igual importante incentivar la participación juvenil en todas las instancias de la sociedad, a fin de crear el sentido de identificación con las causas populares y la respectiva lucha para su fin, tomando en cuenta que este sector es el más propenso a la apatía debido a la poca consideración a la que es sometida su intervención en la vida política.
Si el compás para la participación juvenil es abierto, y concatenado a ello se produce una mayor conciencia política de estos, en cuanto al por qué de la alternativa socialista en desmedro del capitalismo; el porqué de la verdadera democratización de las instancias públicas y de la educación en vez del secuestro a la participación; el porqué de la solidaridad con nuestros pueblos y a la ayuda a quienes la necesitan en oposición a la visión unilateral de quienes con guerreristas acciones pretenden regir los destinos del mundo; y el porqué de la constitución de una sociedad sin clases sociales con igualdad para todos en contraposición a la acumulación de capital y la división en diferentes clases sociales, entonces estaremos en situación privilegiada de asumir los mayores retos que nos impone el antagonismo entre dos sistemas totalmente opuestos filosófica y conceptualmente. En otras palabras la vía hacia el socialismo del siglo XXI.
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